El inventor de la televisión
Probablemente ninguna otra invención en la historia ha sido tan disputada como ésta. Desde Marconi y Tesla y la invención de la denominada telegrafía sin hilos, la imaginación de muchos investigadores ha jugado con la idea de enviar imágenes y sonido de forma inalámbrica.
Primeros indicios sobre el invento de la tv
La primera noción documentada de envío de imágenes a través de múltiples circuitos se atribuye a George Carey. Otro inventor, W.E. Sawyer, planteó la posibilidad de enviar una imagen a través de un sólo cable mediante el escaneo de la misma.
En 1922, en la Sorbona, Francia, Edwin Belin, un inglés que poseía la patente para la transmisión de fotografías por cable, implementó un dispositivo de lectura mecánica, sentando el precedente temprano de la televisión moderna
Diferentes conceptos sobre el hallazgo de la televisión
1. La televisión mecánica: John Logie Baird
John Logie Baird fue un físico escocés que comenzó a investigar la posibilidad de transmitir imágenes a distancia a comienzos de la década de los años 20.
Realizó las primeras pruebas empleando lo discos de Nipkow para generar el mecanismo emisor y receptor del televisor.
Tras una serie de modificaciones y mejoras del prototipo inicial, realizó la primera demostración pública en 1926. Sin embargo, la apuesta por el sistema electrónico le hizo perder la delantera.
2. La Televisión electrónica: Farnsworth vs Zworykin.
Hasta este momento los antecedentes de la televisión estaban claros, pero con las investigaciones y ensayos sobre la televisión electrónica comienza la controversia.
La polémica en cuanto a quién fue el inventor de la televisión moderna se reduce en realidad a dos personas diferentes en dos lugares diferentes, que trabajan más o menos al mismo tiempo en el mismo aparato: un tubo de imagen que haría posible el desarrollo de los primeros sistemas de televisión electrónica.
Uno de ellos fue Vladimir Kosma Zworykin, un inventor de origen ruso que trabajaba para la todopoderosa RCA; el otro fue Philo Taylor Farnsworth, un investigador nacido en el seno de una familia de granjeros de Utah que tuvo que buscar los medios financieros que le permitieran desarrollar sus ideas.
El televisor de Farnsworth. 1930.
En 1927 Farnsworth logró demostrar por primera vez que era posible transmitir una imagen sin necesidad de utilizar artilugios mecánicos. De este modo, llevó a cabo una demostración bastante exitosa de la transmisión de señales de televisión en 1927, utilizando para ello su propio diseño de tubo de escaneo; tres años después recibiría la patente.
Por lo tanto, según las cronologías indicadas, Farnsworth fue el primero de los dos inventores en demostrar con éxito la transmisión de señales televisivas.
El televisor de Vladimir Kosma Zworykin 1938.
Por su parte, Zworykin ideó un tubo de imagen al que llamó ionoscopio (literalmente, visor de imagen), un escáner de imagen electrónica, aunque la calidad de su trabajo dejaba mucho que desear.
Solicitó la patente en 1923, siéndole ésta denegada puesto que el tubo de escaneo no estaba en un estado funcional. No consiguió que funcionase correctamente hasta 1934, y consiguió la patente para ello en 1938.
La importancia de las patentes al decidir el inventor de la televisión
En 1929, Zworykin comienza a trabajar para el gigante de la electrónica Radio Corporation of America (RCA), cuyo director, David Sarnoff, estaba muy interesado en el desarrollo de la televisión.
Tras conocer el éxito de las demostraciones de Farnsworth, Sarnoff envió a Zworykin a San Francisco para conocer de primera mano sus avances.
Tras percatarse de que los desarrollos de éste eran técnicamente más viables, Sarnoff intentó hacerse con la patente ofreciéndole a Farnsworth una cantidad de dinero que éste rechazó.
Esto supuso un duro golpe para el orgullo de Sarnoff, que entonces inició una batalla legal contra Farnsworth reclamando la primacía de Zworykin en la invención de la televisión electrónica.
El resultado fue que, en 1934, la Oficina de Patentes de los Estados Unidos dio la razón a Farnsworth.
Mientras el primero sirvió a los intereses de la RCA y se sirvió de ellos para reclamar su prioridad en el desarrollo de la televisión electrónica, el segundo fue un inventor independiente que tuvo que luchar para conseguir la financiación necesaria para llevar a cabo sus proyectos.
Ambos mantuvieron una fuerte rivalidad durante la década de los años 30 librando una desigual batalla que terminó decantándose en los juzgados por Farnsworth.
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